Jorge Marazu, este artista del que ya hablamos en su día, a pesar de vivir en Ávila, no tener una gran repercusión mediática llenó un frío martes de enero el Búho Real, todo un éxito.
En esta ocasión apareció con banda, sus temas parecían de un pop delicado y sofisticado, insinuante y provocador. Sus composiciones en las que prevalece el sentimiento, canciones echas con alma, una voz que es el mejor postre para acabar cualquier día de la semana. Humilde, sencillo, y bastante correcto empatizó con el público gracias a alguna anécdota que no contaré.
Un músico atrevido, porque pocas veces se lanzan con temas recién acabados, pero él lo hizo con una canción llamada Inestable, que eso es precisamente como no estuvo, se mostró preciso y con ganas de contaminar el aire con su música, decidido, agradecido y contento se mostró ante el público que escuchaba atento y se dejaba llevar.
Terminó con su canción Miedo pero evidentemente No me llegas ni a la suela del zapato ( si mi memoria no me falla) también tuvo su hueco en este concierto.
Un joven que promete y que no hace falta mucho para que te conquiste.
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